15 oct 2013
666,
el Número Maestro entre los maestros y su relación con el
número áureo
Este número de gran
potencial esotérico en muchas tradiciones, se relacionó durante
cientos de años interesadamente con las fuerzas de la oscuridad.
Incluso se llegó a considerar el número del anticristo.
Apocalipsis 13:18
Sin embargo, el
número 666 simboliza las fuerzas de la luz, es el número más
poderoso que existe, es el Número Maestro entre los Maestros,
representa la dualidad expresada en la unidad. Recordemos que el
equilibrio del Universo se mantiene gracias a una polaridad entre lo
positivo y lo negativo, lo masculino y lo femenino y que el contraste
entre estas dos fuerzas polares produce sabiduría. Quienes conocen
este código lo han utilizado en su favor.
Por ejemplo: existen
secuencias numéricas formadas por dos cifras que mantienen un
concepto de dualidad entre sí siendo especulares u opuestas, y que
al sumarlas dan como resultado el número 666. Un ejemplo son
135+531, 234+432 ó 515+151.
Lo fascinante es que
el concepto de dualidad que expresa el número de la bestia 666, se
produce incluso en códigos como el binario. En la siguiente imagen
se muestra el número 666 en código binario, en este formato podemos
observar que al partirlo en dos, genera dos números con secuencias
opuestas entre sí.
Ahora examinemos el
hexagrama, estrella octaédrica o Estrella de David correspondiente
al Octaedro Platónico. Sobre la imagen se muestra el ángulo de 60
grados correspondiente a los tres vértices de cada triángulo,
masculino y femenino. Por la permutación de los valores de estos
tres ángulos de cada triángulo obtenemos el número 666.
Finalmente, si tomamos uno de estos ángulos de 60 grados y lo
multiplicamos por 6 conseguimos 360 grados; un ángulo que
representa La Totalidad en Geometría Sagrada ya que corresponde al
cuerpo esférico que simboliza El Todo.
En la siguiente
imagen, se muestra el Taijitu, un arquetipo oriental que contiene la
misma enseñanza que el hexagrama o la Estrella de David occidental.
El Taijitu representa los conceptos de la filosofía china del yin y
yang y del taiji, o principio generador de todas las cosas. Es
habitual que aparezca rodeado por los ocho trigramas del I Ching. En
occidente se suele conocer este símbolo como el símbolo del
“yin-yang” o el símbolo taoísta. El yin-yang es un concepto
asiático fundamentado en la dualidad de todo lo existente en El
Universo; describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente
opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas.
Si observamos
detenidamente este símbolo podremos encontrar dos números 6
enfrentados entre sí formando un único cuerpo geométrico, rotando
alrededor del punto cero geométrico o agujero negro de eventos en
contracción del toroide.
Sin embargo, para
hallar el significado más extraordinario de este número mágico,
será necesario que viajemos hasta el microcosmos molecular, esto nos
va a permitir introducirnos en la estructura que forma el átomo de
carbono, pilar básico de la química orgánica y parte de todos los
compuestos existentes, por consiguiente, también de los tejidos
orgánicos del cuerpo humano. Este elemento químico, encargado de
enlazar las piezas fundamentales para la vida, está compuesto por
“6” neutrones, “6” protones y “6” electrones (666). Puede
encontrarse en la naturaleza en distintas formas alotrópicas,
carbono amorfo y cristalino en forma de grafito o diamante.
Finalmente tomemos
una calculadora y realicemos la operación de seno al número 666,
obtendremos la cifra -0’80900169 que multiplicada por 2, es igual a
-1’618033 o el número phi.
–
En el Capítulo 13
de la Biblia (LIbro dela Revelación) Es un texto muy revelador. Se
refiere al número 666 como la marca de ‘la bestia’.
En la Tabla
Periódica de los Elementos, el número atómico del elemento de
carbono es seis. El carbono es necesario para formar todo el ADN y el
ARN,código químico de la vida tal como existe actualmente.El átomo
de carbono tiene seis electrones, neutrones y protones seis seis.
El que tenga
entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de
hombre. Apocalipsis 13:18
*** G. Lagally,es
profesor de Ciencias. En 2006, comenzó el desarrollo de membranas de
silicio en el Departamento de Ciencia e Ingeniería de la Universidad
de Wisconsin, Madison. En su investigación, se ha descubierto que la
superficie de una membrana de silicona pueden ser funcionalizadas
para convertirse biológicamente sensible. Su teoría es que podría
modificar el ADN. En otras palabras, el silicio puede sustentar la
vida.
En este momento de
la historia, estamos evolucionando muy rápidamente como especie
humana. La evolución de nuestra especie, Homo sapiens da un salto
cuántico a una especie inmortal con 48 cromosomas que tienen 12
líneas físicas de ADN y 10 hebras etericas de ADN. Nuestra
tridimensional biología está siendo alquímicamente desplazada de
carbono al cristal de silicio multi-dimensional.
Cuando un tronco de
madera se coloca en el fuego, se quema desde abajo hasta que todo lo
que queda es el elemento carbono. Sin embargo, si un diamante es
colocado en un incendio, su estructura se mantiene. Así que todas
nuestras células deben ser transformados a partir de carbono a
Silicon Cristal, para que podamos soportar la enorme cantidad de luz
que se reproducirá en el planeta del Sol Central a finales del 2012.
Internamente, todas
nuestras células están cambiando de una estructura orgánica a una
Cristalina, el prisma perfecto a través del cual la Luz puede pasar
para la iluminación de nuestros Cuerpos de Luz Cristalinos para
luego convertir esa luz del sol directamente en electricidad, esto es
lo que nos exige la luz del sol.
Escucha, te digo un
misterio: No todos moriremos, pero todos seremos transformados – en
un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. I
Corintios 15:51
No todo el mundo va
a experimentar esta transformación. Mucha gente va a elegir, a nivel
del alma,pasar antes que la Tierra llegue a ese tiempo. Otros se van
porque su cuerpo no tendrá la luz que les permita sobrevivir en
dimensiones superiores.
Pero aquellas almas
cuya decisión es de cambiar su estructura celular de base de carbono
a la forma cristalina acompañará a la nueva Terra Nova Tierra en el
Edad de Oro.Podrán ascender sin salir de sus cuerpos .Nunca en la
historia de este Universo seres han dado este gran paso evolutivo- al
mismo tiempo consciente.
En la Nueva Versión
Internacional de la Biblia, la primera línea del capítulo 13 del
libro del Apocalipsis dice: “Y el dragón se paró en la orilla del
mar.”En la versión King James, se lee:”Y yo me paré sobre la
arena del mar.’
—
El 666 es el numero
del sol
el plomo es el
siguiente elemento.al carbono-12 - es el más abundante de los dos
isótopos estables del elemento carbono, representando el 98,89% de
todo el carbono terrestre. Está conformado por 6 protones, 6
neutrones y 6 electrones- .
Adquiere particular
importancia al usarse como patrón para el cálculo de la masa
atómica de los distintos nucleidos existentes en la naturaleza; dado
que la masa atómica del 12C es, por definición, 12 umas.
–
¿666 = DEMONIO? NO.
ES = DIOS SOL y la IGLÉSIA lo inventó PARA ELIMINARLO
By administrador
Historia oculta 3 Comments
1
31 enero, 2018
Antes se deben de a
ver preguntado ¿De dónde viene el número 666? Muchos han leído de
él en la Biblia o han escuchado de él de muchas maneras, pero pocos
saben de dónde proviene y por qué se le menciona tan negativamente
en el libro del Apocalipsis. Bueno pues, ahora daremos un breve
vistazo a la historia de este símbolo y lo que representa.
El número como tal,
tiene su origen de las prácticas religiosas de la ciudad de
Babilonia en los tiempos del profeta Daniel. Los sacerdotes
babilónicos promovieron la adoración de dioses que estaban
asociados con el Sol, la Luna, los planetas visibles del Sistema
Solar y ciertas estrellas relacionadas a la práctica de la
astrología (los babilónicos fueron sus principales promotores). En
su sistema de adoración, contaban con 37 dioses supremos. Uno de
ellos, el dios asociado con el Sol, tenía supremacía sobre todos
los demás. Ellos pensaban que de una u otra manera, los números
tenían poder sobre los dioses que adoraban; y por tal motivo,
asignaron números a cada uno de sus dioses (para poder tener poder
sobre ellos). A fin de lograrlo, contaron el número de sus dioses,
asignando un número a cada dios. Luego sumaron los números de cada
dios (del 1 al 36) y asignaron el número resultante de esta suma al
dios Sol. Al primer dios le asignaron el número 1, al segundo el
número 2 y así sucesivamente hasta llegar al dios número 36. La
suma de los números del 1 al 36 totalizaba 666, que fue el número
asignado al dios Sol.
La suma fue hecha de
la siguiente manera:
1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12+13+14+15+16+17+18+19+20
+21+22+23+24+25+26+27+28+29+30+31+32+33+34+35+36= 666
Pero los babilónicos
fueron aún más lejos. Ellos temían mucho a sus dioses, y pensaban
que alguno de ellos podría destruírlos algún día, así que
hicieron amuletos con una matriz de los números ordenada en un
cuadro de 6×6, del 1 al 36. A este tipo de matriz se le conoce
actualmente como “cuadros mágicos”.
Un amuleto está
diseñado para cumplir un propósito mágico, y ellos evidentemente
pensaban que su uso les protegería de ser destruídos por los
dioses, gracias al poder de la magia.
Estos amuletos
debían ser tan poderosos como fuese posible, así que para
incrementar su poder, ordenaron los números de tal manera que al ser
sumados en filas o columnas, siempre totalizaban 111. Por lo tanto,
la suma de todas las 6 columnas y las 6 filas sumaban 666. Esta
fórmula suponía una mayor protección, pues incluía al dios
principal asociado al Sol, el cual estaba presente en el amuleto.
Abajo se da un
ejemplo de cómo estaban ordenados estos números en una matriz de
6×6. Nótese que la suma de cualquier fila o columna totaliza 111,
incluso al ser sumada diagonalmente. Los antiguos babilónicos
inscribían estos números en una pequeña tablilla de barro, que
luego de secarse y barnizarse, era colgada en sus cuellos. Mientras
la usasen estarían protegidos.
6 32 3 34 35 1
7 11 27 28 8 30
19 14 16 15 23 24
18 20 22 21 17 13
25 29 10 9 26 12
36 5 33 4 2 31
La práctica de
crear amuletos con esta matriz como parte de la astrología, fue más
allá de los tiempos de Jesús. Se han encontrado amuletos con
iscripciones latinas y se sabe que los romanos practicaban esta
creencia.
Así, el número 666
surgió de las prácticas de adoración paganas de los babilónicos y
su astrología.
¿Por qué se habla
en contra del número 666 y de Babilonia en el Apocalipsis?
Cuando los medos y
los persas conquistaron Babilonia, llegaron con sus propias prácticas
religiosas y dioses, por lo que ya no hubía necesidad de mantener a
los sacerdotes del sistema de adoración babilónico. Aunque los
persas tenían alguna simpatía por el dios babilónico “Marduk”,
y mantuvieron a los sacerdotes de este dios por un tiempo, la
historia nos cuenta que simplemente despidieron a todo el equipo de
sacerdotes para colocar los suyos propios, tal como sucede en la
actualidad cuando hay un cambio de equipo de gobierno en cualquier
país. Se cuenta que los sacerdotes babilónicos abandonaron la
ciudad, tal vez por su falta de trabajo. Esta circunstancia les instó
a buscar un nuevo campo en el cual desempeñarse, para poder
subsistir. Lo encontaron en la ciudad de Pérgamo, la cual no contaba
con grandes fuentes de trabajo, excepto en el área educativa.
Pergamo era una ciudad universitaria, en la que ya se impartían
materias como medicina y leyes. Allí, los sacerdotes impartieron los
conocimientos religiosos que habían practicado durante sus funciones
en Babilonia. Había también en Pérgamo una gran biblioteca con más
de 200.000 volúmenes. De esta manera, las creencias y las prácticas
de adoración babilónicas se fueron extendiendo poco a poco, al
igual que el uso de los amuletos ordenados “mágicamente” con los
números del 1 al 36. Esto continuó hasta cerca del año 133 después
de Cristo, cuando el último rey del imperio murió, dejando el poder
a los romanos como última voluntad. Dada esta coyuntura, los
sacerdotes que aún enseñaban la religión babilónica vieron la
oportunidad de ir a Roma. Los romanos eran conocidos por adoptar las
prácticas de otras culturas, algo que por cierto, ayudó a su
imperio a sobrevivir durante toda su existencia. Los sacerdotes
babilónicos intuyeron que los romanos estarían muy dispuestos a
aprender y seguir sus enseñanzas. Se establecieron allí y Roma se
llenó de sus doctrinas. Tanto, que llegó a ser conocida como “La
nueva Babilonia”. Es por esto que muchas de las referencias de
Babilonia hechas en el Apocalipsis, son realmente un “código”
para referirse a Roma.
Eventualmente,
cuando la iglesia cristiana llegó a Roma, las prácticas y creencias
de la religión babilónica fueron introducidas en ella. Los
historiadores concuerdan en que en algún punto, Roma se convirtió
al cristianismo “de la noche a la mañana”, aunque lo que
realmente ocurrió fue que la religión babilónica fue “introducida”
en la iglesia, renombrando, por ejemplo, a sus dioses paganos como
“santos” de la iglesia, entre otras cosas. Por este motivo, no
fue difícil para los romanos “convertirse” al cristianismo,
aunque no se tratase de una conversión genuina. Es precisamente por
esta mezcla de paganismo con cristianismo que Babilonia es condenada
en el Apocalipsis.
La práctica de
sumar los números del 1 al 36 continuó, y el Apocalipsis la utiliza
como código para identificar a la bestia: la iglesia que se
contaminó con prácticas paganas,