1. TE HACEN ASOCIAR EL COLOR ROJO CON DESCUENTOS
Es común que en el estacionamiento de un supermercado haya carteles de color rojo con ofertas de descuento. Una vez dentro, el mismo tipo de diseño y señales no siempre indicará una reducción en el precio. Pero debido a la asociación que ya hemos hecho antes de entrar, estaremos más inclinados a comprar el producto.
-¡Dios mío! ¡Bolsitos de Hello Kitty a mitad de precio!
2. HACEN QUE LOS CARRITOS SEAN MUY GRANDES
¡El carrito de supermercado es enorme! Muchísimo más grande que la compra semanal de una familia. Esto nos induce a verlo “vacío” y comprar más.
-Por eso yo, señora, me traigo esta canastita de casa.
3. PONEN LA FRUTA Y LA VERDURA AL INICIO DEL RECORRIDO
Para el consumidor sería más lógico comprar los productos frescos al final del recorrido y no aplastarlos luego con otros productos. Pero para el súper es más lógica la sensación positiva del color y el aroma a fresco al entrar al establecimiento. Además, está comprobado que si comprás los alimentos saludables al inicio de la compra, más tarde serás más proclive a gastar más en pecocinados.
-Bienvenidos, bienvenidos, este es el inicio del recorrido. Mire que bonito morrón.
4. TE ENGAÑAN CON CUENTAS DIFÍCILES
Por kilo, por unidad, por paquete, por cuarto, por 100g. Comparar precios en un supermercado es una tarea difícil. Incluso en aquellos supermercados que tienen debajo del precio “oficial” el precio general (ej: paquete de galletas de 138g. que debajo dice el precio por kilo) muchas veces la unidad suele variar.
En el super en el que compro, debajo del precio del paquete del papel higiénico, aparece el precio general, en algunas ocasiones por metro, en otras por rollo, en otras por m2 y en otras ¡por cuadradito! Imposible comparar.
-Justo hoy que no estudié la tabla del ocho.
5. PRETENDEN QUE LAS FRUTAS Y VERDURAS ACABAN DE LLEGAR DE LA HUERTA
Desde la forma de colocarlas hasta el viejo truco de rociarlas con agua fresca, todo está puesto para dar la sensación de que se trata de un negocio de proximidad.
-¿Lo ve? Todo esto acaba de llegar de la huerta y esto es un negocio de proximidad.
6. HACEN QUE TENGAS HAMBRE
Las panaderías suelen estar ubicadas en lugares estratégicos dentro de los supermercados de grandes superficies. El olor del horno y la visión del producto activan tus glándulas salivales y te hacen más propenso a compras compulsivas.
-Todo lo que me pidas a partir de ahora, cariño, te será negado por ser parte de una estrategia vil del supermercado.
7. TE FUERZAN A CAMINAR MUCHO
Productos básicos como huevos, leche, pan, etc. están dispersos por toda la superficie para que tengas que caminar lo más posible entre uno y otro. Así, quizás la tentación te sorprenda en el camino y acabes llevando productos que no tenías pensado llevar.
-Mamita, ¿por qué llevamos 18 horas aquí? Me duelen las piernitas.
-Mira, traje la tablet.
8. TE HACEN PENSAR QUE ESTÁS YENDO MUY RÁPIDO CUANDO NO LO ESTÁS
Este es uno de los que más me sorprendió: en los supermercados se colocan baldosas de tamaño pequeño (sobre todo en los pasillos más caros). Esto es porque, el sonido rápido y constante del carro en el suelo te hará pensar que estás yendo más rápido de lo que realmente estás yendo… inconscientemente desacelerarás la marcha y pasarás más tiempo comprando.
-Mariela, ¡correte que te piso!
9. ESCONDEN LA LECHE AL FINAL
La parte final del supermercado siempre contendrá productos básicos como láceos, carnes, quesos. Esto es para forzarte a atravesar todo el supermercado cuando busques tus productos del día a día, aumentando así la posibilidad de que selecciones más productos en el camino.
-Hola señores, esta es la leche y efectivamente está al final.
10. TIENEN UNA FÓRMULA PARA LA DERECHA E IZQUIERDA
En el recorrido por un supermercado, te harán moverte entre las góndolas de derecha a izquierda, zigzagueando. Pero además, es sabido que somos más propensos a comprar los productos que están del lado derecho… en esta ubicación estarán los productos más caros.
-Soy rebelde porque el mundo me hizo asíii, porque nadie me ha tratado con amoooor.
11. EXPLOTAN A TUS HIJOS
Los productos más caros estarán siempre a la altura de la vista (a unos 1,60m. del suelo). De la misma manera, los productos que suelen gustar a los niños estarán a la altura de la vista de los niños. Los productos más baratos se ubicarán en los últimos estantes, que es donde menos mirarás.
-¿Esta lechita quieres? Pues no la llevamos, solo la quieres porque te la pusieron a tu altura.
12. TE HACEN PENSAR QUE LOS PRODUCTOS SON BARATOS CUANDO NO LO SON
Cuando estás apurado, es mucho más probable que recojas supuestas “promociones” al final de los pasillos que que consideres las opciones de mejor precio. Los productos más baratos NUNCA estarán ubicados allí.
-Uy que barato, miren chicas, una ganga.
13. TE SUGIEREN “PARES” DE COMIDA DE FORMA SUBLIMINAL
Alimentos complementarios, como algunos tipos de galletas y queso, pasta y salsas o salchichas y mostaza, estarán ubicados uno junto al otro para alentarte a comprar más de lo que pretendías. Fijate la próxima visita al súper: verás que donde están las pastas, siempre habrá una pequeña sección con queso rallado… aunque los lácteos no estén cerca. Estate seguro de que será un queso de precio medio-alto y no toda la oferta de quesos y precios que encontrarás en la sección de lácteos.
-Me gusta pararme de forma natural a la hora de comprar.
14. VENDEN CARNE Y PESCADO CON FONDO BLANCO
El fondo blanco hará que estos productos se vean más frescos.
-Mira cariño, Paulina tenía razón, ¡fondo blanco!
15. HACEN QUE LAS COSAS SE VEAN MEJOR PARA QUE GASTES MÁS
Los productos “de calidad” y más alto precio, traerán asociadas señales visuales como estantes de madera, determinado tipo de iluminación o colores sobrios, lejanos a los colores “de oferta”. Esto los diferenciará de otros productos más que cualquier otra cosa y te alentará a pensar que gastar más en ellos hace la diferencia, más allá de lo que digan las etiquetas.
-Aunque ella se haga la que ayuda, la bolsa la sostengo yo.
16. PINTAN LAS PAREDES DE COLORES CÁLIDOS PARA QUE PASES MÁS TIEMPO COMPRANDO
Los colores cálidos como el naranja alientan la contemplación. Y con el tiempo, aumenta la cantidad de productos comprados.
-Hola, soy John Locke y atrás está la pared de color cálido.
17. PONEN MÚSICA PARA QUE GASTES MÁS
Está comprobado que la música suave te hace comprar por más tiempo. Y la música clásica te hace gastar más. Los experimentos han demostrado hasta que poner música francesa en la sección de vinos incrementa la venta de vinos franceses.
-And aaaaiiiiiiiiiiiiiiiiiiii… will always looooove youuuu.
18. UBICAN ARTÍCULOS ESCENCIALES PARA ALENTAR COMPRAS IMPULSIVAS
Artículos como calcetines, pilas o desodorantes están estratégicamente ubicados cerca de las cajas. Es bastante posible que los pongas en el carrito en un impulso, ya que sabés que en algún momento vas a necesitarlos… incluso cuando no tenías pensado comprarlos ese día.
-Y ahora, me van agarrando todos unas mediecitas, unas pilas, unos fósforos. Que nunca están de más.
19.TE MAREAN EN EL RECORRIDO
Un supermercado NUNCA podrá recorrerse de forma lineal. En algún punto, los pasillos se cortarán, tu recorrido se hará laberíntico, habrá un recoveco con productos de primera necesidad o tendrás ¡ups! que pasar por alguna sección de productos que no pensabas ni mirar en el camino hacia otros que sí necesitas.
-Nosotros envejecimos aquí, tratando de encontrar el arroz.
20. APELAN A TU LADO GOLOSO
También estarán cerca de las colas de caja artículos como chocolate. Serás propenso a comprarlos como auto recompensa por haber hecho la compra.
-¿Un chocolatito, mi reina?
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miércoles, 18 de febrero de 2015
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