miércoles, 14 de marzo de 2018

666, el Número Maestro entre los maestros y su relación con el número áureo



15 oct 2013


666, el Número Maestro entre los maestros y su relación con el número áureo


Este número de gran potencial esotérico en muchas tradiciones, se relacionó durante cientos de años interesadamente con las fuerzas de la oscuridad. Incluso se llegó a considerar el número del anticristo.

. BESTIA = CONOCIMIENTO
Apocalipsis 13:18
Sin embargo, el número 666 simboliza las fuerzas de la luz, es el número más poderoso que existe, es el Número Maestro entre los Maestros, representa la dualidad expresada en la unidad. Recordemos que el equilibrio del Universo se mantiene gracias a una polaridad entre lo positivo y lo negativo, lo masculino y lo femenino y que el contraste entre estas dos fuerzas polares produce sabiduría. Quienes conocen este código lo han utilizado en su favor.

Por ejemplo: existen secuencias numéricas formadas por dos cifras que mantienen un concepto de dualidad entre sí siendo especulares u opuestas, y que al sumarlas dan como resultado el número 666. Un ejemplo son 135+531, 234+432 ó 515+151.

Lo fascinante es que el concepto de dualidad que expresa el número de la bestia 666, se produce incluso en códigos como el binario. En la siguiente imagen se muestra el número 666 en código binario, en este formato podemos observar que al partirlo en dos, genera dos números con secuencias opuestas entre sí.
Ahora examinemos el hexagrama, estrella octaédrica o Estrella de David correspondiente al Octaedro Platónico. Sobre la imagen se muestra el ángulo de 60 grados correspondiente a los tres vértices de cada triángulo, masculino y femenino. Por la permutación de los valores de estos tres ángulos de cada triángulo obtenemos el número 666. Finalmente, si tomamos uno de estos ángulos de 60 grados y lo multiplicamos por 6 conseguimos 360 grados; un ángulo que representa La Totalidad en Geometría Sagrada ya que corresponde al cuerpo esférico que simboliza El Todo.

En la siguiente imagen, se muestra el Taijitu, un arquetipo oriental que contiene la misma enseñanza que el hexagrama o la Estrella de David occidental. El Taijitu representa los conceptos de la filosofía china del yin y yang y del taiji, o principio generador de todas las cosas. Es habitual que aparezca rodeado por los ocho trigramas del I Ching. En occidente se suele conocer este símbolo como el símbolo del “yin-yang” o el símbolo taoísta. El yin-yang es un concepto asiático fundamentado en la dualidad de todo lo existente en El Universo; describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas.

Si observamos detenidamente este símbolo podremos encontrar dos números 6 enfrentados entre sí formando un único cuerpo geométrico, rotando alrededor del punto cero geométrico o agujero negro de eventos en contracción del toroide.


Sin embargo, para hallar el significado más extraordinario de este número mágico, será necesario que viajemos hasta el microcosmos molecular, esto nos va a permitir introducirnos en la estructura que forma el átomo de carbono, pilar básico de la química orgánica y parte de todos los compuestos existentes, por consiguiente, también de los tejidos orgánicos del cuerpo humano. Este elemento químico, encargado de enlazar las piezas fundamentales para la vida, está compuesto por “6” neutrones, “6” protones y “6” electrones (666). Puede encontrarse en la naturaleza en distintas formas alotrópicas, carbono amorfo y cristalino en forma de grafito o diamante.

Finalmente tomemos una calculadora y realicemos la operación de seno al número 666, obtendremos la cifra -0’80900169 que multiplicada por 2, es igual a -1’618033 o el número phi.



En el Capítulo 13 de la Biblia (LIbro dela Revelación) Es un texto muy revelador. Se refiere al número 666 como la marca de ‘la bestia’.

En la Tabla Periódica de los Elementos, el número atómico del elemento de carbono es seis. El carbono es necesario para formar todo el ADN y el ARN,código químico de la vida tal como existe actualmente.El átomo de carbono tiene seis electrones, neutrones y protones seis seis.

El que tenga entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Apocalipsis 13:18

*** G. Lagally,es profesor de Ciencias. En 2006, comenzó el desarrollo de membranas de silicio en el Departamento de Ciencia e Ingeniería de la Universidad de Wisconsin, Madison. En su investigación, se ha descubierto que la superficie de una membrana de silicona pueden ser funcionalizadas para convertirse biológicamente sensible. Su teoría es que podría modificar el ADN. En otras palabras, el silicio puede sustentar la vida.



En este momento de la historia, estamos evolucionando muy rápidamente como especie humana. La evolución de nuestra especie, Homo sapiens da un salto cuántico a una especie inmortal con 48 cromosomas que tienen 12 líneas físicas de ADN y 10 hebras etericas de ADN. Nuestra tridimensional biología está siendo alquímicamente desplazada de carbono al cristal de silicio multi-dimensional.

Cuando un tronco de madera se coloca en el fuego, se quema desde abajo hasta que todo lo que queda es el elemento carbono. Sin embargo, si un diamante es colocado en un incendio, su estructura se mantiene. Así que todas nuestras células deben ser transformados a partir de carbono a Silicon Cristal, para que podamos soportar la enorme cantidad de luz que se reproducirá en el planeta del Sol Central a finales del 2012.

Internamente, todas nuestras células están cambiando de una estructura orgánica a una Cristalina, el prisma perfecto a través del cual la Luz puede pasar para la iluminación de nuestros Cuerpos de Luz Cristalinos para luego convertir esa luz del sol directamente en electricidad, esto es lo que nos exige la luz del sol.

Escucha, te digo un misterio: No todos moriremos, pero todos seremos transformados – en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. I Corintios 15:51

No todo el mundo va a experimentar esta transformación. Mucha gente va a elegir, a nivel del alma,pasar antes que la Tierra llegue a ese tiempo. Otros se van porque su cuerpo no tendrá la luz que les permita sobrevivir en dimensiones superiores.

Pero aquellas almas cuya decisión es de cambiar su estructura celular de base de carbono a la forma cristalina acompañará a la nueva Terra Nova Tierra en el Edad de Oro.Podrán ascender sin salir de sus cuerpos .Nunca en la historia de este Universo seres han dado este gran paso evolutivo- al mismo tiempo consciente.

En la Nueva Versión Internacional de la Biblia, la primera línea del capítulo 13 del libro del Apocalipsis dice: “Y el dragón se paró en la orilla del mar.”En la versión King James, se lee:”Y yo me paré sobre la arena del mar.’

El 666 es el numero del sol
el plomo es el siguiente elemento.al carbono-12 - es el más abundante de los dos isótopos estables del elemento carbono, representando el 98,89% de todo el carbono terrestre. Está conformado por 6 protones, 6 neutrones y 6 electrones- .

Adquiere particular importancia al usarse como patrón para el cálculo de la masa atómica de los distintos nucleidos existentes en la naturaleza; dado que la masa atómica del 12C es, por definición, 12 umas.


¿666 = DEMONIO? NO. ES = DIOS SOL y la IGLÉSIA lo inventó PARA ELIMINARLO
By administrador Historia oculta 3 Comments

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31 enero, 2018

Antes se deben de a ver preguntado ¿De dónde viene el número 666? Muchos han leído de él en la Biblia o han escuchado de él de muchas maneras, pero pocos saben de dónde proviene y por qué se le menciona tan negativamente en el libro del Apocalipsis. Bueno pues, ahora daremos un breve vistazo a la historia de este símbolo y lo que representa.

El número como tal, tiene su origen de las prácticas religiosas de la ciudad de Babilonia en los tiempos del profeta Daniel. Los sacerdotes babilónicos promovieron la adoración de dioses que estaban asociados con el Sol, la Luna, los planetas visibles del Sistema Solar y ciertas estrellas relacionadas a la práctica de la astrología (los babilónicos fueron sus principales promotores). En su sistema de adoración, contaban con 37 dioses supremos. Uno de ellos, el dios asociado con el Sol, tenía supremacía sobre todos los demás. Ellos pensaban que de una u otra manera, los números tenían poder sobre los dioses que adoraban; y por tal motivo, asignaron números a cada uno de sus dioses (para poder tener poder sobre ellos). A fin de lograrlo, contaron el número de sus dioses, asignando un número a cada dios. Luego sumaron los números de cada dios (del 1 al 36) y asignaron el número resultante de esta suma al dios Sol. Al primer dios le asignaron el número 1, al segundo el número 2 y así sucesivamente hasta llegar al dios número 36. La suma de los números del 1 al 36 totalizaba 666, que fue el número asignado al dios Sol.

La suma fue hecha de la siguiente manera:

1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11+12+13+14+15+16+17+18+19+20 +21+22+23+24+25+26+27+28+29+30+31+32+33+34+35+36= 666

Pero los babilónicos fueron aún más lejos. Ellos temían mucho a sus dioses, y pensaban que alguno de ellos podría destruírlos algún día, así que hicieron amuletos con una matriz de los números ordenada en un cuadro de 6×6, del 1 al 36. A este tipo de matriz se le conoce actualmente como “cuadros mágicos”.

Un amuleto está diseñado para cumplir un propósito mágico, y ellos evidentemente pensaban que su uso les protegería de ser destruídos por los dioses, gracias al poder de la magia.

Estos amuletos debían ser tan poderosos como fuese posible, así que para incrementar su poder, ordenaron los números de tal manera que al ser sumados en filas o columnas, siempre totalizaban 111. Por lo tanto, la suma de todas las 6 columnas y las 6 filas sumaban 666. Esta fórmula suponía una mayor protección, pues incluía al dios principal asociado al Sol, el cual estaba presente en el amuleto.

Abajo se da un ejemplo de cómo estaban ordenados estos números en una matriz de 6×6. Nótese que la suma de cualquier fila o columna totaliza 111, incluso al ser sumada diagonalmente. Los antiguos babilónicos inscribían estos números en una pequeña tablilla de barro, que luego de secarse y barnizarse, era colgada en sus cuellos. Mientras la usasen estarían protegidos.

6 32 3 34 35 1

7 11 27 28 8 30

19 14 16 15 23 24

18 20 22 21 17 13

25 29 10 9 26 12

36 5 33 4 2 31

La práctica de crear amuletos con esta matriz como parte de la astrología, fue más allá de los tiempos de Jesús. Se han encontrado amuletos con iscripciones latinas y se sabe que los romanos practicaban esta creencia.

Así, el número 666 surgió de las prácticas de adoración paganas de los babilónicos y su astrología.

¿Por qué se habla en contra del número 666 y de Babilonia en el Apocalipsis?

Cuando los medos y los persas conquistaron Babilonia, llegaron con sus propias prácticas religiosas y dioses, por lo que ya no hubía necesidad de mantener a los sacerdotes del sistema de adoración babilónico. Aunque los persas tenían alguna simpatía por el dios babilónico “Marduk”, y mantuvieron a los sacerdotes de este dios por un tiempo, la historia nos cuenta que simplemente despidieron a todo el equipo de sacerdotes para colocar los suyos propios, tal como sucede en la actualidad cuando hay un cambio de equipo de gobierno en cualquier país. Se cuenta que los sacerdotes babilónicos abandonaron la ciudad, tal vez por su falta de trabajo. Esta circunstancia les instó a buscar un nuevo campo en el cual desempeñarse, para poder subsistir. Lo encontaron en la ciudad de Pérgamo, la cual no contaba con grandes fuentes de trabajo, excepto en el área educativa. Pergamo era una ciudad universitaria, en la que ya se impartían materias como medicina y leyes. Allí, los sacerdotes impartieron los conocimientos religiosos que habían practicado durante sus funciones en Babilonia. Había también en Pérgamo una gran biblioteca con más de 200.000 volúmenes. De esta manera, las creencias y las prácticas de adoración babilónicas se fueron extendiendo poco a poco, al igual que el uso de los amuletos ordenados “mágicamente” con los números del 1 al 36. Esto continuó hasta cerca del año 133 después de Cristo, cuando el último rey del imperio murió, dejando el poder a los romanos como última voluntad. Dada esta coyuntura, los sacerdotes que aún enseñaban la religión babilónica vieron la oportunidad de ir a Roma. Los romanos eran conocidos por adoptar las prácticas de otras culturas, algo que por cierto, ayudó a su imperio a sobrevivir durante toda su existencia. Los sacerdotes babilónicos intuyeron que los romanos estarían muy dispuestos a aprender y seguir sus enseñanzas. Se establecieron allí y Roma se llenó de sus doctrinas. Tanto, que llegó a ser conocida como “La nueva Babilonia”. Es por esto que muchas de las referencias de Babilonia hechas en el Apocalipsis, son realmente un “código” para referirse a Roma.

Eventualmente, cuando la iglesia cristiana llegó a Roma, las prácticas y creencias de la religión babilónica fueron introducidas en ella. Los historiadores concuerdan en que en algún punto, Roma se convirtió al cristianismo “de la noche a la mañana”, aunque lo que realmente ocurrió fue que la religión babilónica fue “introducida” en la iglesia, renombrando, por ejemplo, a sus dioses paganos como “santos” de la iglesia, entre otras cosas. Por este motivo, no fue difícil para los romanos “convertirse” al cristianismo, aunque no se tratase de una conversión genuina. Es precisamente por esta mezcla de paganismo con cristianismo que Babilonia es condenada en el Apocalipsis.

La práctica de sumar los números del 1 al 36 continuó, y el Apocalipsis la utiliza como código para identificar a la bestia: la iglesia que se contaminó con prácticas paganas,