jueves, 17 de octubre de 2013

Bayer vende heroina barata para el catarro / perfume de cocaina

Año 1912. La Bayer lanza esta campaña  de su jarabe de heroina para calmar la tos en la época invernal.

 Con el pasar de los años (y probablemente luego de observar a niños que se quedaban noches bajo la lluvia sólo para cazar un catarro), se descubrió que la heroína se transformaba en morfina cuando llegaba al hígado, y en otras sustancias que la hacían más adictiva y perjudicial incluso en plazos relativamente cortos.

Por esto, Bayer se dio cuenta que tarde o temprano los llevaría a la ruina e inteligentemente eliminó a la heroína de su producción en 1913, quedándose sólo con la aspirina como droga emblema de la casa. También intentó evitar que quede como una mancha en su historia, y en parte lo logró, ya que sólo se lo recuerda como una curiosidad.

En los siguientes años, la heroína junto con muchas otras drogas, siguió un camino que la convirtió en algo mucho más dañino: la ilegalización. Algo que no sólo no evita que la gente pueda consumirla, sino que genera mercados ilegales en donde se crean mafias que cometen todo tipo de delitos. Se pudo conseguir legalmente de diferentes laboratorios en Estados Unidos hasta los años '50 y Alemania hasta 1971. A partir de donde tuvo que detenerse cualquier tipo de investigación que la utilice.


En la tos fuerteEn la estación lluviosa

Para el catarro

La tos desaparece

Para la bronquitis

En la estación lluviosa

Para la irritación de la tos

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Heroína Bayer
Heroin BayerUn frasco de heroína Bayer. Entre 1890 y 1910,  la heroína era divulgada como un sustituto no adictivo de la morfina y un remedio contra la tos para niños. Durante la temporada de invierno y primavera del año 1912 la casa Bayer costeó una sugerente campaña de prensa en España haciendo publicidad de su jarabe de heroína. A destacar el marco cotidiano, con escenas domésticas, empleado para ilustrar la campaña. Nótese también que las principales recomendaciones de los anuncios aludían a síntomas (tos, irritación) y enfermedades (catarro, bronquitis) poco o nada dramáticas, de hecho la única que se repitió ni siquiera apelaba a una disfunción concreta, sino que aconsejaba el empleo preventivo del Jarabe Bayer de Heroína “En la estación lluviosa”.
Durante años, Bayer sigue vendiendo la heroína como eficaz e inocuo sustitutivo de la morfina. Los anuncios a nivel mundial aseguran que, “al revés que la morfina”, la nueva sustancia produce un aumento de la actividad y hace desaparecer todo tipo de tos. A principios de 1900, algunas sociedades filantrópicas de EEUU llegan a distribuir muestras gratuitas de heroína vía correo para los adictos a la morfina que desean rehabilitarse. No será hasta años después cuando se descubra que la heroína no solo no es inocua sino que resulta aún más adictiva que la morfina. El proceso de transformación de la sustancia en el hígado da la clave del asunto: la heroína vuelve a convertirse en morfina dentro del cuerpo. En 1913 Bayer detuvo la producción de heroína y borró todo este embarazoso asunto de sus archivos.

Vino de coca
El vino de coca Metcalf era uno entre la gran cantidad de vinos que contenían coca, disponibles en el mercado. Todos afirmaban que tenían efectos medicinales,  pero indudablemente que eran consumidos por su alto valor “recreativo”. El químico corso Angelo Mariani (1838-1914) Coca Winelogró fama sobresaliente y una inmensa fortuna a finales del siglo XIX gracias a un vino de coca de elaboración propia, que comenzó a fabricar en 1863 y pronto se convirtió en el favorito de muchas celebridades de la época: William McKinley, Émile Zola, Paul Verlaine, Sigmund Freud, Louis Blériot, José Martí, Ulises Grant, Jules Verne, Thomas A. Edison, Alexandre Dumas, Louis y Auguste Lumière, Henrik Ibsen, Sarah Bernhardt, Robert L. Stevenson, Anatole France, Zadoc Khan, Jean Charcot, el Príncipe de Gales, la reina Victoria, el zar Alejandro II, Alfonso XIII, el Sha de Persia, etcétera.
Vino Mariani
Mariani Wine El Vino Mariani (1865) era el principal vino de coca de su tiempo. El Papa León XIII llevaba siempre un frasco de Vino Mariani consigo y premió a su creador, Ángelo Mariani,  con una medalla de oro. El papa León XIII (1810-1903) resultó ser finalmente uno de sus principales valedores, ya que, en agradecimiento al tónico, llegó a prestar su efigie para la etiqueta y concedió una medalla de oro al inventor, en reconocimiento a la capacidad de esa bebida para “apoyar el ascético retiro de Su Santidad”.
Maltine
MaltineEste vino de coca,  fue fabricado por Maltine Manufacturing Company de New York. Obtuvo diez medallas de oro. La dosis indicada era: “Una copa llena junto con (o inmediatamente después de) las refacciones”. Niños en proporción.
Propaganda
Pisapapeles de quinina y cocaínaUn pisapapeles de propaganda, de C.F. Boehringer & Soehne (Mannheim, Alemania), “los mayores fabricantes del mundo de quinina y cocaína”. Christian Friedrich Boehringer abrió en 1817 en Stuttgart, una acción de la droga que – junto con un laboratorio químico. Este fabricante tenía el orgullo de su posición de líder en el mercado de la cocaína.
Glyco-Heroína
Glyco Heroina. Propaganda de heroína Martin H. Smith Company, de Nueva York. La heroína era ampliamente usada no solo como analgésico, sino también como remedio contra el asma, la tos y la neumonía. Mezclar heroína con glicerina (y comúnmente azúcar y saborizantes) volvía más agradable el sabor del opiáceo amargo para su consumo por vía oral.


Opio para el asma
Este National Vaporizer Vapor-OL estaba indicado “Para el asma y otras afecciones espasmódicas”. El líquido volátil era colocado en una olla y calentado con una lámpara de queroseno. El opio es una droga analgésica narcótica que se extrae de las cabezas verdes de la amapola del opio o adormidera (Papaver somníferum). El registro más antiguo del uso medicinal del jugo de opio se remonta a Sumeria alrededor del cuarto milenio a. de J.C. Algunas tablas asirias del siglo VII a. de J.C., quizá copiadas de fuentes más antiguas describen el método para colectar el opio, mismo que no ha variado hasta nuestros días. Se corta con cuchillo la corteza de la semilla inmadura y se deja escurrir la savia. Temprano por la mañana, la savia seca es raspada de los cortes.
Tableta de cocaína (1900)
Tabletas de cocaina Estas tabletas de cocaína eran “Indispensables para los cantantes, maestros y oradores”. También calmaban el dolor de garganta y tenían un efecto “reanimador” para que estos profesionales rindieran al máximo en sus performances.

“Gotas de Cocaína para el Dolor de Muelas. Cura instantánea”
Gotas de cocaina
Las gotas de cocaína para el dolor de muelas (1885) eran populares para los niños. No solo acababan con el dolor, sino que también mejoraban el “humor” de los usuarios.

Opio para bebés recién-nacidos
¿Usted cree que nuestra vida moderna es confortable? Antiguamente para aquietar a bebés recién nacidos, no era necesario un gran esfuerzo por parte de los padres, pero sí era necesario algo de opio. Opio para bebes recien nacidosEste frasco de paregórico (sedativo)  de Stickney and Poor  era una mezcla de opio y alcohol, distribuida del mismo modo que los condimentos por los cuales la empresa era conocida. Dosis: para niños de cinco días… 5 gotas. Para niños de 2 semanas,  8 gotas. Para niños de 5 años,  25 gotas. Para adultos una cucharada llena. El producto era muy potente y contenía 46% de alcohol.
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MALDITA Y BENDITA
Tras la conquista, la Iglesia prohibió tajantemente esa práctica por considerar que “los indígenas la usan para fines maléficos, como la adoración o invocación a Satanás” y que era “parte de sus idolatrías, ceremonias y hechicerías y fingen que trayéndola en la boca les da más fuerza, y vigor para el trabajo, según afirman los experimentados es ilusión y Demonio.”
Esa fue la época en que la coca estuvo maldita. Pero pronto comenzó a aflojarse la prohibición y la coca no sólo fue tolerada, sino que se alentó su consumo. La Santa Iglesia se olvidó de Satanás, la idolatría y la hechicería porque los encomenderos españoles descubrieron que al emplearla como estimulante, los indígenas podían soportar —aunque a la postre murieran pronto— el hambre, la sed y el brutal cansancio de las largas e inhumanas jornadas en los socavones de las minas a cuatro mil metros de altitud.
Pasaron los siglos, hasta que en 1859 el químico alemán Albert Niemann logró aislar la cocaína de las hojas de coca y posteriormente sintetizarla. Y casi de inmediato comenzó lo que podría llamarse la época de la cocaína bendita.
En 1863, un químico y empresario italiano, Angelo Mariani, inventó un vino al que bautizó Vin Mariani, a base de extracto de hojas de coca y alcohol etílico, mezcla que resulta un poderoso estimulante ya que combina y multiplica los efectos separados del alcohol y la cocaína.
clip_image001El Vin Mariani prácticamente recibió la bendición papal cuando Su Santidad León XIII autorizó que se usara su efigie para anunciarlo.
El éxito fue inmediato y arrollador. Artistas e intelectuales, sobre todo escritores como Henrik Ibsen, Émile Zolá, Julio Verne, Alexander Dumas y Sir Arthur Conan Doyle, lo tomaban con entusiasmo. Incluso se dice que Robert Louis Stephenson escribió su famosa obra El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde en el curso de una borrachera de seis días con el brebaje.
Popular entre la tropa, el Vin Mariani lo era también entre la nobleza. La reina Victoria de la Gran Bretaña, el rey Jorge de Grecia, Alfonso XIII de España y el Sha de Persia, entre otros monarcas, acostumbraban echarse sus buenas dosis de Vin Mariani entre pecho y espalda, lo mismo que sus contrapartes republicanos de Estados Unidos, los presidentes William McKinley y Ulysses S. Grant. Y al escultor francés Auguste Bartholdi, creador de la Estatua de la Libertad, se atribuye haber dicho que si hubiera tomado el famoso vino, la habría hecho de varios cientos de metros de altura.
Es más: el papa León XIII no sólo era un entusiasta consumidor del Vin Mariani, sino que lo recomendaba e incluso casi podría decirse que le otorgó la bendición papal, pues permitió que su efigie apareciera en un cartel publicitario y premió a su inventor con una medalla de oro.
ANTECESOR DEL VIAGRA
A la gran popularidad del Vin Mariani contribuyó mucho la afirmación —cierta o no— de que era un magnífico vigorizante de los órganos sexuales, cosa que naturalmente el Santo Padre no mencionaba al recomendar su consumo.
clip_image001[5]Un sugestivo anuncio del Vin Mariani, con mensaje subliminal acerca de una de las propiedades que se le atribuían: el de multiplicar la potencia sexual, aunque de esto nunca habló el Santo Padre al recomendar su consumo.
La versión norteamericana del Vin Mariani fue la Coca Cola, inicialmente un vino de coca inventado por el farmacéutico John Pemberton a fines del siglo XIX. Primero la presentó como medicamento, pero luego —con motivo de la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas— cambió la fórmula para sustituir el vino por jarabe de azúcar y empezó a venderla como refresco. La anunciaba como una “bebida intelectual”, estimulante y vigorizante, que “ofrece las virtudes de la coca sin los vicios del alcohol”. Y vaya que era vigorizante. Se dice que cada botella contenía el equivalente a una línea de cocaína. Fue sólo hasta 1903 cuando —debido a las advertencias sobre los peligros de esa sustancia— se dejó de incluir cocaína en la Coca Cola.
Pero en aquella época la cocaína e incluso la morfina, se utilizaban profusamente en remedios contra el dolor de muelas y otras afecciones. Cierto medicamento contra el catarro y la llamada fiebre del heno, por ejemplo, contenía 99.9% de cocaína pura. En las tiendas de Sears en Estados Unidos se anunciaba allá por 1900 un vino peruano de coca que “refresca el cuerpo y la mente.” Y en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, los famosos almacenes Harrod’s de Londres ofrecían en su sección de regalos, para enviar a “los amigos que se hallan en el frente”, estuches con cocaína, morfina, jeringas y agujas hipodérmicas.
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En una época, en cualquier farmacia se vendían libremente medicamentos a base de opio, morfina y cocaína, como estas gotas para aliviar el dolor de muelas que, según sugiere el anuncio, podían administrarse incluso a niños.
Y no sólo se usaba la cocaína como medicamento, sino también con fines recreativos. Sigmund Freud la recomendaba y la usaba regularmente, como lo hacían también otros personajes célebres. De hecho, aspirar cocaína o tomarla en elíxires y tónicos fue muy popular durante toda la segunda mitad del siglo XIX. Fue sólo hasta 1922 cuando se le declaró ilegal en Estados Unidos y la moda de consumirla sólo se mantuvo clandestinamente entre las clases altas.

LA DROGA PROSCRITA
En las alturas de los Andes, sin embargo, no desaparecieron el hambre y la miseria. Por ello ahí la gente seguía masticando las hojas de esta planta que, como ha escrito alguien, “sacia a los hambrientos, da fuerzas nuevas a quienes están fatigados o agotados y hace olvidar sus miserias a los desdichados”. Al gobierno de Washington, aquello le tenía enteramente sin cuidado. Pero cuando la cocaína se abarató y su consumo dejó de ser privilegio de los ricos y famosos para generalizarse entre los obreros y empleados, hubo preocupación en Washington por la posibilidad de que ello afectara la vida económica. Se quiso entonces solucionar el problema de la manera que parecía más fácil: obligando a los gobiernos de los países sudamericanos a erradicar el cultivo de la planta.
No tomó en cuenta la situación económica, social y política de los cocaleros, los cultivadores de coca; mucho menos las tradiciones, cultura, costumbres y formas de vida de la población, y las consecuencias están a la vista: al convertirse la cocaína en droga proscrita, se desató una cadena de interminables conflictos sociales y políticos, que para México significó caer en un baño de sangre, con decenas de miles de muertos y desaparecidos, gracias a gobiernos que actúan como gendarmes de Estados Unidos para tratar de evitar que llegue a ese país la droga que consumen ávidamente los adictos norteamericanos.

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Für Frauen und Männer...




















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Principios activos: cannabina.
El extracto hidroalcohólico de Cannabis o Cáñamo indiano se prepara con 100 p. de hojas de cáñamo en polvo grosero se humedecen con 30 p. de alcohol de 70º, se ponen en un lixiviador y se agotan con alcohol, también de 70º; el líquido resultante se filtra y se evapora en baño maría hasta consistencia de extracto blando. Color verde oscuro. Completamente soluble en alcohol.

Consúltese en:
Medicamenta, tomo segundo, Ed. Labor, Barcelona, 1917.
Medicamenta, tomo primero, Ed. Labor, Barcelona, 1917.

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Estupefaciente, Morfina.


La morfina es el principal alcaloide del opio.
Las sales de morfina en general producen acción análoga al opio. Se emplean con preferencia al opio como hipnóticas y analgésicas.
Sulfato de Morfina: contiene 75% de morfina. Cristales aciculares, incoloros.
Clorhidrato de Morfina: contiene 80% de morfina. Cristales aciculares, blancos, con frecuencia reunidos en haces.
Bromhidrato de Morfina: contiene 78.9% de morfina. Cristales aciculares, incoloros.

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